Hablar de redes sociales es ya sinónimo
de un nuevo estilo de vida. La eclosión del social media vinculada la
pérdida de “bienestar” derivada de la coyuntura actual, ha hecho de la
vuelta a la “humanización y la eficiencia”, un requisito indispensable
para el crecimiento.
La presencia virtual se lleva a cabo por personas, una gran paradoja
Cuando hablamos de empresa hoy, cuando hablamos de redes,
comunidades, asociaciones, grupos, relaciones sociales en definitiva,
estamos hablando de un conjunto de personas que interactúan
“virtualmente”, construyendo con sus acciones, nuevas oportunidades para
seguir creciendo.
Virtual y real se fusionan dando como resultado el nuevo orden
social, aquel en el que “saber relacionarnos” es clave para construir un
nuevo estilo de vida. Que duda cabe que cuando hablamos de estilo de
vida, no podemos dejar al margen los hábitos de consumo, ya es del
análisis de éstos que podemos llegar a conocer a la persona de forma
individual y única.
De la necesidad nace la virtud
La penetración del social media en nuestros hábitos y costumbres nos
dota de la capacidad para entrar en un proceso de especialización y
crecimiento personal y profesional permanente. Si tenemos en cuenta que
Internet es el único segmento con cifras de crecimiento y creación de
empleo positivas, no es de extrañar que el ingenio se agudice y la
exaltación de las bondades humanas se transforme en un requisito
indispensable. ¡No hay alternativas!
Las nuevas profesiones nacidas al amparo del fenómeno social
concentran personas capaces de invertir de forma eficaz el tiempo que
requieren cada una de las actividades e a su vez, nuevas tendencias y
oportunidades.
Avanzamos hacia la consolidación de una nueva sociedad, un universo
de Community Managers, en el que todos nosotros en constante proceso de
especialización y aprendizaje, podemos llegar a un universo de personas
en busca de lo que nosotros entregamos, lográndose así la consolidación
de una nueva red. ¡Un nuevo estilo de vida!
La innovación emerge como elemento indispensable en la consolidación
de la influencia y comenzamos a vislumbrar una etapa en la que, contar
con recursos de índole monetaria y hacer mucho “ruido”, es insuficiente
si no logramos que la creatividad y el compromiso con la creación de
algo “único”, acompañe a cada una de nuestras acciones.
Ya sabemos lo que hace nuestra competencia, ya sabemos lo que es
calidad, ya sabemos identificar el valor agregado en otras marcas, la
clave es ¿podemos hacer que el espíritu del Community Manager que todos
llevamos dentro, entregue respuestas, si o no?
La especialización constante, mucho más que estar
La presencia en el Social Media solo es eficiente cuando tengamos
claros los objetivos futuros, estar en las redes sociales sin haber
establecido un procedimiento operativo eficiente que integre a un equipo
de trabajo conformado por la unión de talentos, puede derivar en el fin
de nuestra reputación online.
Ser Community Manager es un estilo de vida
Resulta ciertamente apasionante reflexionar sobre las múltiples
“personalidades” que conforman el ¿quienes somos? en la red. Somos
Prosumidores, somos Networkers, somos emprendedores, planificadores,
estadistas, psicólogos, antropólogos, economistas, y somos, todos,
Community managers.
O al menos… así debiera. ser ya que las claves para logar establecer
vínculos a largo plazo y centrados en las emociones las encontramos en
los preceptos que rigen la ética y el compromiso:
Entrega lo que esperes recibir. Es la mejor forma de generar la empatía que nos permita innovar.
No te apartes de la verdad. La responsabilidad sobre
nuestras acciones, es indispensable para construir credibilidad. La
ética sigue siendo uno de los principales obstáculos para las marcas en
su camino hacia el éxito en el Social Media.
Social, virtual y real. La nueva cultura
empresarial, la nueva persona tras cada acción, el nuevo Community
manager que todos llevamos dentro, debe ser real, las experiencias de
vida que conforman la persona que somos hoy, es lo que finalmente
permite la aparición de la creatividad, que es percibida por nuestros
clientes como una “emoción”. Ser social es un estilo de vida, una forma
de relacionarnos, en el mundo virtual y también, en el mundo real.
Interactúa y escucha. ¿Ubicuidad?, ¿personalidades
múltiples?, después de lo anterior no nos resultará extraño que nos
digan que es indispensable alcanzar el equilibrio entre la interacción y
la escucha activa, los vínculos sociales se conforman cuando el
beneficio es conjunto y mutuo para las partes.
Y finalmente la esencia del nuevo estilo de vida, la originalidad y la naturaleza única de nuestras acciones.
El análisis permanente sobre el que hemos ido construyendo lo que hoy
define al Community Manager que todos llevamos dentro, nos ha enseñado
sobre lo inútil y nocivo que puede resultar para nuestras marca, la
interacción basada en la promoción permanente de nuestras acciones, el
plagio incesante de lo que hacemos y la ausencia total de compromiso con
las necesidades ajenas.
El nuevo estilo de vida nos impone ser originales y desarrollar
nuestra propia creatividad, sólo de esta forma lograremos alcanzar el
crecimiento a través de lo único que funciona en un ciclo de recursos
limitados y altos niveles de exigencia, como el actual; la innovación.